Las personas que no residen en el país deben presentar su documentación legal y vigente que utiliza en su país de origen (dependiendo a la entidad, la licencia de conducir también cuenta como identificación) o el pasaporte actualizado. En caso de que el extranjero sea residente debe presentar su NIE (número de identidad de extranjero) y cumplir con las políticas que pueda exigir cada banco, lo que generalmente suelen ser casi siempre las misma condiciones.